¿Se puede evitar la oxidación en metales? Por qué se oxidan los metales y cómo prevenirlo

Es habitual encontrarse con tubos, mallas, chapas u otros productos elaborados con metales cubiertos por una capa cobre o rojiza: se trata del proceso de oxidación.
Los metales en contacto con el aire sufren alteraciones químicas que dan lugar a estas manchas, comúnmente conocidas como óxido.
Pueden dejar manchas en las manos al pasar sobre ellos y estropear la estética de una infraestructura, aunque no tiene por qué comprometer su estabilidad.
Muchas personas tratan de evitar que sus materiales metálicos se oxiden, pero, como veremos, es una tarea más complicada de lo que parece.
En Tubos París estamos especializados en el almacenaje y distribución de productos siderúrgicos desde 1970.
Nos preocupamos por conocer las cualidades de cada material para ofrecerles el cuidado necesario y queremos compartir contigo nuestros secretos para evitar la oxidación en metales.
Diferencia entre la corrosión y la oxidación de metales
Para enfrentarse a un problema primero es necesario saber de qué se trata y por qué se origina.
En el caso de la oxidación hay que diferenciarla de otro proceso que afecta a las superficies metálicas, la corrosión.
Ambas dañan los productos hechos con materiales metálicos, pero, aunque a veces puedan confundirse, son procesos diferenciados.
La oxidación se trata de un proceso químico que ocurre cuando el metal entra en contacto con el oxígeno. En ese momento se produce una reacción química por la que los átomos de metal pierden parte de sus electrones.
Como consecuencia se originan las características manchas de color café que conocemos como óxido o herrumbe.
Más allá de lo que pudiera parecer no afecta al metal con profundidad y con un tratamiento sencillo como el pulido puede eliminarse.
La corrosión sí implica un problema mayor. Se produce cuando se genera algún tipo de deterioro en un cuerpo metálico ya sea por una reacción química, electroquímica o por fisuras y picaduras.
La corrosión deja grietas o deformaciones en los materiales por lo que supone un peligro para la vida de los metales afectados por ese proceso.
Tanto la corrosión como la oxidación se producen por la actuación de agentes externos como el agua, la sal o la humedad. Por tanto, hay lugares, como las zonas costeras, dónde pueden producirse en mayor medida.
Cómo eliminar el óxido
Es importante que tengas en cuenta que él óxido aparece en materiales compuestos por hierro, como el acero o vigas de hierro.
Las siguientes ideas para eliminar el óxido funcionarán exclusivamente en estos materiales, si tienes otro tipo de material es conveniente que investigues otras maneras de corregir la corrosión.
Para pequeñas construcciones existen remedios caseros que han sido utilizados tradicionalmente para eliminar la herrumbre y que siguen funcionando.
Limpiar las manchas con vinagre blanco y dejar reaccionar sobre la zona oxidada una mezcla de sal y jugo de limón son algunos de estos métodos arcaicos, pero infalibles.
En entornos industriales la solución para quitar el óxido es lijar y pulir para volver a dejar como nueva la superficie de los materiales metálicos siempre y cuando su interior no haya sido dañado.
Existen máquinas específicas, como las pistolas de agujas para desoxidar que permiten fácilmente eliminar el óxido de juntas y grietas.
Además, existen productos químicos que se pueden adquirir en ferreterías o grandes distribuidores que convierten el óxido en una capa fácil de eliminar pasando un trapo de cepillo.
Actualmente algunas empresas ofrecen tratamientos modernos que permiten erradicar las manchas de óxido tanto en materiales ferrosos como no ferrosos por medio de la tecnología láser, con la que pueden atacar con precisión las zonas dañadas.
Sin embargo, la mejor forma de evitar el óxido es prevenir su aparición. Aunque se trata de una reacción natural del metal con el oxígeno tomar precauciones y hacer un mantenimiento regular de la superficie de los materiales contribuirá a retardar la oxidación.
Cómo prevenir la oxidación de los metales
Limpiar regularmente las superficies metálicas con productos adecuados o colocar los productos en zonas que no estén muy expuestas a agentes como el agua o la húmedas contribuirá enormemente a alargar la vida de los metales.
Sin embargo, no siempre se pueden dar estas situaciones.
Una cubierta de un tejado o un pasamanos de hierro para colocar en el exterior sufrirán inevitablemente las presiones de agentes externos.
Para prevenir la oxidación y su consecuente corrosión el secreto es galvanizar los materiales.
El galvanizado es una técnica que se utiliza para proteger el acero del deterioro y consiste en introducir las piezas metálicas en un fundido de zinc que las recubre protegiéndolas de la oxidación.
En nuestro catálogo puedes encontrar piezas galvanizadas como las rejillas tramex, que garantizan una gran durabilidad.
Aún así, con el tiempo, el galvanizado puede comenzar a erosionarse, lo cual se soluciona rápidamente aplicando un aerosol de galvanizado en frío. Para un deterioro mayor, las rejillas u otros materiales de acero pueden volver a galvanizarse.
Otro método para prevenir la oxidación es recubrir los materiales con una capa de pintura. De esta manera los rayos de sol, el agua y el aire con oxígeno no entrarán en contacto directo con el metal alargando su vida útil. Pero, al igual que el galvanizado, conviene renovar la pintura cada cierto tiempo.
Sea cual sea las formas que elijas para prevenir y eliminar la oxidación en tus metales es muy importante que tengas en cuenta el lugar en el que colocarás un material y a qué agentes externos estará sometido.
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