¿Qué es mejor chapa galvanizada o aluminizada?
En el mercado hay varios tipos de chapa de metal, que pueden ser utilizadas indistintamente en diversos proyectos, como la chapa galvanizada. Pero aún así, hay materiales y tipos de chapa metálica que puede ser más apropiada para un proyecto que otros.
En este artículo vamos a contarte cuál es la diferencia entre la chapa galvanizada y la chapa aluminizada, dos de los tipos de chapa más utilizados. No se puede hablar de cuál es mejor que la otra, sino que cada una tiene unas características, que pueden hacer que sea más adecuada para un proyecto que la otra.
Lo primero que vamos a ver es la diferencia entre ambos tipos de chapa, conociendo sus características y las ventajas que presenta una sobre otra. Cada tipo de chapa tiene unas características y permite obtener unos resultados diferentes, según la resistencia a la corrosión.
Qué es la chapa galvanizada
La chapa de acero galvanizado es una manera de tratar el acero al carbono, al que se le añade una capa de zinc en la superficie. El acero se sumerge en zinc fundido y este cubre la superficie de la chapa, permitiendo que ofrezca más resistencia que el acero al que no se ha sometido a este proceso.
El acero galvanizado es más pesado que el aluminio, algo que puede ir bien si se busca una mayor resistencia a elementos como el viento. De todas maneras, todas las chapas han de sujetarse bien a los puntos de sujeción, ya que pueden ser movidas por este elemento.
Un punto a favor de la chapa de acero galvanizado es que la capa de zinc protege al metal del efecto corrosivo de materiales como la sosa cáustica o el hidróxido de potasio. Además, se usan en algunos procesos industriales.
Conclusiones
Sin embargo, la superficie de la chapa galvanizada es porosa y resulta más difícil de limpiar que la de aluminio. Esto no tiene que suponer un problema para su uso en el exterior e incluso en el interior, para dar forma o recubrir paredes de edificaciones y construcciones.
Sin embargo, la chapa de acero galvanizado no resulta práctica para entornos donde sea necesario mantener una cierta higiene. Su superficie puede provocar que las bacterias se reproduzcan con mayor rapidez. Por lo tanto, no es aconsejable para entornos en los que se tengan que manipular alimentos o elementos que tengan que estar limpios y desinfectados.
Otro de los factores que pueden influir en la elección del material para los proyectos de construcción es el precio. La chapa de acero galvanizada es bastante más cara que la chapa de aluminio, así que mucha gente opta por la segunda. Pero, como ya hemos apuntado, el material utilizado tiene que ser el más adecuado para cada proyecto.
Qué es la chapa aluminizada
El aluminio es un metal que tiene todas las características propias de ese material. Es duro, resistente a la corrosión, flexible y dúctil. Además, se puede mecanizar y convertir en alambre, varillas y otros productos que pueden ser utilizados en la construcción.
Es un material que tiene una densidad baja, algo que da como resultado un intercambio de temperatura más eficiente que el que se produce con el acero galvanizado. Se puede utilizar para muchos proyectos, y sus principales características permiten que sea bastante práctico.
Su precio es inferior al de acero galvanizado, así que su instalación hace que el coste de la construcción baje considerablemente. Pero sus beneficios van mucho más allá de su precio.
La superficie de la chapa de aluminio no es porosa, como sí lo es la de la chapa de acero galvanizado. Esto evita que haya un crecimiento desmedido y rápido de bacterias.
En cuanto a la limpieza, también es más rápida y eficiente, así que es muy utilizado en entornos donde se tiene que trabajar con alimentos o productos que tengan que tener una higiene más alta.
Uso combinado de chapa galvanizada y aluminizada
Aunque son materiales tan diferentes y con unas características muy distintas, se puede trabajar con ambos productos de forma conjunta. Son materiales compatibles y se puede combinar el uso de chapa de acero galvanizado y la chapa de aluminio, eligiendo en cada parte del proyecto la más adecuada.
Por ejemplo, se pueden hacer construcciones que en la parte interior están fabricados con aluminio, que quizá es más aconsejable para esa zona y que en la parte exterior utilizan chapa de acero galvanizado.
La elección de cada tipo de material es fundamental para que el proyecto llegue a un fin adecuado, gracias a la colocación de cada uno de ellos en los lugares en los que tienen mayor efectividad.
Tipos de chapas disponibles en Tubos Paris
En el almacén de hierro de referencia de Madrid, Tubos Paris, puedes encontrar todos los tipos de chapas de acero galvanizado y de aluminio que necesitas para tus proyectos.
Los principales usos de las chapas metálicas son la construcción de edificaciones provisionales, que pueden ser utilizados como almacenes de herramientas, por ejemplo.
También se pueden utilizar en la fabricación de maquinaria pesada y en el cubrimiento de superficies, tanto verticales como horizontales.
En el caso de que se trate de una superficie pisable, la chapa ha de ser antideslizante, con un dibujo que marque la superficie y evite que cualquier líquido o grasa pueda provocar un resbalón. Por lo tanto, puede ser causante de un accidente.
El aluminio tiene ciertas ventajas sobre el acero galvanizado, a la hora de ser almacenado. En el caso del acero galvanizado, hay que intentar tenerlo almacenado en un lugar cubierto y con una atmósfera seca.
En caso contrario, la humedad ambiental podría producir la aparición de óxido blanco. Este tipo de óxido no produce daño en la chapa, pero crea un efecto visual que no es agradable.
Para almacenar este material, hay que proteger la chapa con una lona y colocar tacos en el suelo para que no se apoye directamente en el mismo. Si además se coloca con una pequeña pendiente, esta ayudará a desaguar con mayor facilidad y se evitará el riesgo de corrosión.
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