Diferencias entre las chapas decapada mecánica y la chapa decapada química
Las chapas son uno de los productos de metal más producidos y utilizados en el mundo de la siderurgia. Es un material muy sencillo de producir, fabricar y utilizar. Hay muchas maneras de utilizar este tipo de producto metálico, así que vamos a descubrir uno de los procesos que ayudan a que sea mucho más eficiente y que estética y estructuralmente sea mejor.
Pero cuando se elabora la chapa, se produce una reacción química provocada por el calor al que se somete el material. Este aparece una vez se estira el metal y se crea la chapa, pasando el acero fundido por el tren de laminado y estirándolo.
El resultado final produce una capa de impurezas, como óxido y otros elementos que provocan que la superficie no esté totalmente lisa.
Para evitar esta situación, se realiza el decapado de la chapa.
Este consiste en la eliminación de la capa más superficial de la chapa, de manera que esa capa de óxido e impurezas desaparece y se puede utilizar la chapa de forma más práctica. La chapa que no pasa por este proceso de decapado se reserva para su uso en lugares donde no es visible, ya que tiene un aspecto más rugoso y no es totalmente lisa.
Hay dos tipos de proceso de decapado, que permiten que desaparezcan todas las impurezas, pero de manera distinta. Son los procesos mecánicos y los procesos químicos. Cada uno tiene unas características, que lo convierten en más preciso y adecuado en cada momento.
Tipos de decapado para chapas
El proceso de decapado mecánico consiste en pasar sobre la superficie irregular una herramienta que elimine las impurezas producidas por la manipulación del metal. Estas pueden ser producidas durante el proceso de laminado o incluso tras el soldado de dos piezas.
Para soldar dos elementos, hay que aplicar una temperatura muy alta, así que al derretirse el metal, se provoca la aparición de pequeñas imperfecciones, que se deben eliminar para que quede el trabajo bien terminado.
Este es el mismo proceso que se puede utilizar para el decapado mecánico. Se realiza mediante un cepillo metálico, que pueda eliminar esos restos y dejar la chapa lisa. También se puede utilizar otras herramientas, para eliminar la capa más superficial de la chapa y eliminar esas impurezas del metal.
El resultado de la aplicación de este proceso es bueno, pero a veces hay que ir un poco más allá y utilizar también el decapado químico para acabar de limpiar la chapa y eliminar manchas de óxido y otras sustancias que aparecen en la superficie del metal.
En este caso, en el decapado químico, se puede realizar de dos maneras: el decapado por inmersión en tanque o el decapado por aspersión. Ambos sistemas utilizan ácidos y otros productos abrasivos. En el caso del acero inoxidable se suelen utilizar el ácido nítrico y el ácido fluorídrico, entre otros.
Si se utiliza el sistema de decapado por inmersión en tanque, se sumerge la chapa en un tanque donde se han introducido los productos abrasivos necesarios para realizar el proceso. Este se realiza en el almacén del vendedor, así que se gestiona mucho mejor, tanto la realización del decapado como la eliminación de los residuos resultantes de este sistema de decapado.
El proceso de decapado
El proceso de decapado por aspersión tiene la ventaja de que se puede realizar en el lugar de la colocación. Con este sistema, se empapa la chapa con los productos abrasivos correspondientes y estos actúan en el momento. Pero este presenta un inconveniente.
Y es que, al realizarse en el lugar de la instalación o uso de la chapa y no en las instalaciones del almacén, se ha de realizar extremando las precauciones. Esto incluye la formación del personal a cargo del proceso, que ha de estar preparado para la manipulación de los productos utilizados. Son muy peligrosos y hay que utilizarlos con las correspondientes medidas de seguridad.
Otro de los inconvenientes que presenta este sistema es que hay que almacenar y retirar los residuos producidos tras el decapado con todas las garantías de seguridad. Por este motivo, es conveniente hacer el decapado siempre en instalaciones preparadas y siempre con personal bien formado y preparado para hacerlo.
Además de utilizar el sistema de decapado químico, es posible que sea necesario someterlo a un proceso de cepillado previo. Esto ayudará a eliminar la suciedad, la grasa o cualquier otro residuo que sea fácil de eliminar por este sistema antes de utilizar los productos abrasivos.
Una vez se han pasado estos y se ha eliminado cualquier resto de los mismos, también puede ser necesario pasar el cepillo metálico para eliminar totalmente cualquier imperfección.
El decapado químico permite eliminar no solo las impurezas más superficiales, sino que se encarga de eliminar las manchas y otros problemas que se pueden encontrar en la chapa. La unión de ambos procesos permite que todo desaparezca y la chapa quede perfecta para su uso en cualquier lugar donde se necesite utilizar.
Un almacén de referencia para España y Europa
En el almacén Tubos Paris contamos con chapas decapadas, listas para ser utilizadas en cualquier proyecto donde sean necesarias. Los profesionales especialistas de nuestra empresa podrán asesorarte ante cualquier consulta que necesites realizar para encontrar el producto metálico que necesitas en cada momento.
Contamos con centenares de referencias, preparadas para ser servidas a nuestros clientes con la garantía de un trabajo bien hecho y con la seguridad de que cuentan con productos de alta calidad para cubrir todas sus necesidades.
Además, el almacén de Tubos Paris cuenta con un sistema robotizado inteligente que permite mejorar la gestión del stock y la atención al cliente. Este robot convierte a Tubos París en una referencia no solo en España, sino también a nivel europeo, mejorando el servicio y manteniendo la calidad del producto en todo momento.
Deja una respuesta