Cada tonelada de acero producida en el planeta necesita emitir unas dos toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera.

Aunque este no es el mayor elemento contaminante, es el 7% del dióxido de carbono producido a nivel mundial por el ser humano.

Es incluso más  que lo que emiten los vehículos de combustión.

Es por ello que muchas empresas y negocios dedican una gran cantidad de recursos a buscar una forma más limpia de generar este material.

Además, hay empresas que parecen tener la forma de hacerlo, ya que han entregado ya sus primeros encargos de ‘acero verde’ a Volvo con el fin de fabricar los primeros camiones hechos en ese material.

Sin embargo todo apunta a que este será el primer encargo de muchos más.

La forma más habitual de fabricación es mediante el empleo de carbón y coque en hornos industriales, de ahí las emisiones de dióxido de carbono mencionadas antes.

En dichos hornos se mezclan partículas de hierro y carbono. Posteriormente se funden a altas temperaturas hasta conseguir una mezcla perfecta de acero líquido.

Sin embargo, este proceso de fabricación cuenta con un alto índice de reciclaje.

Los datos son claros: hasta un 70% del acero usado se puede renovar.

No obstante, aún con esta capacidad de renovarse. Las previsiones actuales reflejan que su demanda va a aumentar considerablemente como para apoyarse sólo en ella.

De esta forma se podrá justificar las emisiones contaminantes que provoca el empleo de carbón en los hornos.

Así, lo reemplazan por hidrógeno a través de un sistema llamado Hydrogen Breakthrough Ironmaking Technology, o HYBRIT.

Cómo se produce el acero verde

Este sistema emplea partículas de hierro obtenidas de forma limpia. En ellas se inserta hidrógeno también obtenido a partir de métodos respetuosos con el medio ambiente.

El resultado es un acero cuyas emisiones generadas durante su creación se reducen al agua.

SSAB fue dispuesta con la ayuda de LKAB y Vattenfall, compañía minera y eléctrica propiedad del estado y el gobierno suecos.

Actualmente el plan es empezar a convertir las fábricas tradicionales de acero a hornos eléctricos y verdes, comenzarán en 2025.

Todo apunta a que podríamos tener las primeras demostraciones de fabricación de este acero a nivel industrial ya en el año 2026, por lo que el “acero verde” que sólo emite agua durante su fabricación está muy cerca de ser un elemento común en nuestra sociedad.

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Tubos París Team